Te propongo un cambio de rol: de lector de cuentos fantásticos a
escritor. Para ello te sugiero el siguiente plan:
1. Lee las siguientes situaciones:
a) Todas las noches, un joven escucha pasos en el departamento de arriba. Pero, cuando pregunta, le dicen que está deshabitado.
b) Al viajar en tren una muchacha pasa por un pueblo del siglo XVIII. Solo ella lo ve, porque el resto de los pasajeros duermen.
c) El Sr. Hawthorne se mira en el espejo y éste refleja una imagen monstruosa de sí mismo. Esta imagen le empieza a dar consejos…
d) Fabiana está sumamente enferma y no ha podido avisar que no asistirá a la función. Las bailarinas ya deben estar saliendo a escena. Cuando baja la fiebre, Fabiana se preocupa. ¿Quién bailará en su lugar? Pero los espectadores ven a las ocho bailarinas que esperaban ver…
e) Todas las mañanas los muebles aparecían cambiados de lugar…
f) A Melisa le parecía que en la antigua foto la abuela se veía cada vez más joven…
g) Una mujer siente que poco a poco se va transformando en un pájaro…
3. Para empezar elabora un retrato del personaje, incluyendo sus características físicas y psicológicas. Piensa qué actitudes podría asumir frente a un hecho inexplicable.
4. Ubica a tu personaje en un espacio y tiempo un tanto imprecisos.
5. Anota las situaciones que el personaje lleva a cabo
todos los días y que le resulten rutinarias. Con ellas imagina un escenario
normal, familiar en el que transcurrirá el cuento.
6. Anota las reacciones del personaje ante los hechos inesperados y
cómo intenta explicar o justificar lo que le va ocurriendo.
7. Determina cómo quieres que finalice.
Recuerda que debes mantener la incertidumbre; que tu historia no tenga una
explicación, sino que permita la duda entre dos explicaciones: una racional y
una sobrenatural.8. Ahora, a partir de este plan, escribe el primer borrador de tu cuento fantástico, pasando el relato a primera persona protagonista para que la narración resulte más subjetiva.
9. Incluye expresiones como “tal vez”, “quizás”, “acaso” o “parecía”, para reforzar la ambigüedad de los hechos narrados.
10. Luego pasa en limpio el borrador, verificando antes su coherencia, cohesión, puntuación y ortografía.
11. Colócale un título atractivo.
Espeluznante reflejo
ResponderEliminarLa caoba brillante quedó cubierta por un manto de tierra. Mis lágrimas fluían como la lluvia sobre una ventana. Aún no puedo creerlo. Me resigno al pensar que ella se ha ido, que todo su calor, su dulzura y su júbilo se han fundido con el horizonte y que ahora puede descansar en un mejor lugar.
Cada centímetro de mi casa me recordaba a ella. En cada mueble, pared e incluso en los más estrechos y limitados rincones, siento su aroma y recuerdo su presencia. Me esta matando lentamente. Paso la mayor parte del día en algún parque o en un bar y cada vez vuelvo más tarde y me marchó más temprano. Mi mente y mi cuerpo sabían que no lo soportaría por mucho tiempo más, así que mudarme fue la única solución que vino a mí.
Encontré una gigantesca casa a las afueras de la ciudad. Era perfecta, sin vecinos molestos y sin el bullicio de las grandes ciudades. En la parte inferior tenía un gran salón y una cocina, luego de la extensa escalera, dos habitaciones y un baño.
Mi vida se tornó rutinaria. Pasaba la mayor parte del tiempo en el salón leyendo y el resto en mi habitación intentando descansar. Mi colección de libros favoritos era muy vasta y varios ejemplares se habían escapado de mi memoria. Letra tras letras se esfumaban las páginas y con ellas mi tiempo, el cual era inútil y melancólico.
Una tarde, ya con mis ojos muy cansados de tanto leer, subí a mi habitación a recostarme por un rato. Ya en la cama, tuve una sensación extraña y particular. Sentí como si algo estuviera acechándome y, para ser sinceros, resulto bastante intimidante. Instantáneamente mi cabeza empezó a dolerme, como si alguien intentara atravesarla con un martillo o una daga. El sufrimiento era insoportable y por un momento, desee morir.
Me dirigí al espejo, que se encontraba en el otro extremo de la alcoba. Me senté en un silla y al observar mi reflejo sentí nauseas. Quedé paralizado y perplejo. Nunca había visto algo como aquello, y seguro no era nada bueno. Era mi rostro, o parte de él, pero tenía la piel podrida y escamada. Muchas laceraciones se extendían desde el mentón hacia la frente, y dos de ellas habían destruido la boca y el ojo derecho. Mi mano repasaba cada parte de mi rostro y no detectaba nada fuera de lo común.
Mi reflejo abrió la boca (yo seguía paralizado) y con una voz débil y repugnante dijo:
-Tranquilo, no será tan malo. Yo se lo que sientes, ese pesar insufrible y esas ganas de morir. Pero hay algo que no sabes, y es que yo puedo ayudarte. Lo único que necesitas es desquitarte, sacar toda la ira de tu ser. Si el mundo te quito a tu amor ¿no sería justo quitarle algo al mundo?. A unos diez kilómetros, al lado de la ruta, se encuentra una familia de mendigos. Ve y mátalos.
-¡No! ¡Vete monstruo! Déjame en paz.
El dolor regresó y a los pocos minutos cesó. Mi consternación era inexplicable, al igual que mi miedo. Me pregunte a mi mismo ¿qué había sucedido? ¿quién era ese “ser”? y lo único que se me venía a la mente, era su voz pidiéndome que los matara.
Me obligué a olvidar lo sucedido. Un par de días pasaron hasta poder ignorar lo que me había pasado. La llama del miedo comenzaba a extinguirse.
Mi lectura se volvió casi frenética, y leí más de dos docenas de libros en tres días. En la noche del tercer día sucedió lo peor. Me encontraba en mi dormitorio, con la idea de recostarme, cuando el dolor volvió, pero esta vez era diferente. No provenía solo de mi cabeza, sino que se había extendido a todo mi cuerpo y fue entonces cuando todo se volvió negro. Podía seguir sintiendo, pero no podía ver nada. Quizás hayan pasado horas, o tal vez un día hasta que recuperé la visión. El terror era tal que decidí tomar mis cosas e irme de allí, para no volver jamás.
Ya terminadas las maletas, salí por última vez del cuarto. Con el rabillo del ojo vi reflejado en el espejo, aquel espeluznante rostro, en donde debería haber estado el mío.
Sol Piraine Scannone- 3ero “Humanidades”
Actividad 23:
ResponderEliminar“El octavo piso”
Hace 4 años atrás me sucedieron hechos muy extraños y escalofriantes. La historia comenzó cundo decidí mudarme a París para cambiar de aire, para empezar una vida totalmente nueva y para emprender nuevos caminos.
Compré una departamento antiguo, en el 7mo piso ya que me había causado la impresión de ser una zona tranquila y linda donde poder vivir con mi perro llamado Mark. El departamento contaba con un pequeño pero acogedor living con una humentante chimenea, un comedor, 2 baños y 2 grandes habitaciones con muebles antiguos. Por un tiempo estuve acostumbrándome a vivir de otro modo y encontré el trabajo ideal al lo que yo esperaba; como periodista en una gran e importante empresa de la ciudad.
Habitualmente me levanta todas las mañanas a las 6:30, tomaba una ducha fría, me vestía, desayunaba y partía rumbo al trabajo con mi auto de color negro. Para la hora del almuerzo, comía algo en algún bar de la zona y volvía al trabajo. Era un hombre soltero que acostumbraba a salir a correr por las tardes como hobby y también en oportunas ocasiones salía a bailar con amigos.
Las cosas cambiaron cuando comencé a escuchar extraños pasos todas las noches en el departamento de arriba. Una noche mientras me hallaba recostado en mi cama disfrutando de una llamativa lectura, comencé a oír unos pequeños pasos que provenían del departamento de arriba. No le di gran importancia y continué mi lectura. Unos días siguientes a lo ocurrido, sucedió algo similar, mientras me hallaba cocinando escuché ruidos de gente circulando, ruidos del movimiento de muebles sobre el piso, puertas cerrándose y abriéndose; me encaminé al piso de arriba y toque timbre. Nadie me respondió, por lo tanto insistí nuevamente y se hizo un enorme silencio como si nada hubiera pasado, y me retiré.
Durante 2 noches seguidas me sucedió lo mismo, escuchaba voces y gritos y música a gran volumen. Finalmente, cansado de noches sin poder dormir, pensando que podría haber ocurrido en el octavo piso decidí afrontar la situación y comencé a preguntar en el edificio si alguien conocía o estaba enterado de que era lo que estaba sucediendo en el departamento arriba mío. Obtuve una respuesta extraña a la que yo esperaba. El departamento de arriba estaba deshabitado desde hacía solo 2 años. Me había enterado que antiguamente había estado habitado por una familia formada por una mujer, un hombre y una niña de 5 años; que no eran muy amistosos como vecinos y que debían algunos impuestos.
La mayoría de la gente pensaban que al haberme mudado yo sólo, escuchaba toda clase de ruidos por falta de compañía. Algunos ni me creían pero yo mismo sabía que era cierto todo aquello que me había sucedido y de algún modo iba a demostrarles que aquella casa no estaba deshabitada sino que algo pasaba.
Continúa...
Continuación de
ResponderEliminar“El octavo piso”
Ya no podía dormir, constantemente oía pasos, gritos, sonidos, música, canciones, a tal punto que al querer trabajar no podía concentrarme ni estudiar. Estaba desvelado, desesperado y muy cansado. Cuando lograba dormir por un rato no sabía si de verdad oía ruidos o yo mismo los imaginaba. Mis días iban empeorando cada vez más a tal punto que un día decidí llamar a un policía. Había desarrollado un plan: este consistía en investigar con un policía que sucedía en el octavo piso. Nos adentramos al departamento que olía a viejo y sucio, los muebles estaban cubiertos de telas llenas de polvo y se escuchaban cuchicheos que provenían de una habitación. Entramos juntos, tenía mucho miedo a lo que podía pasar. Finalmente no había nada que pudiera provocar algún sonido. Regresé a mi casa desalentado ya que no había resuelto nada; siempre sucedía lo mismo, cuando intentaba acercarme a esa casa era como si todo se silenciara, como si estuviese deshabitada.
Ya no sabía si estaba alucinando con los ruidos que escuchaba cada noche sin parar o si de verdad cada noche sucedía algo. Algunos creían que me estaba volviendo loco. Finalmente para terminar con esta tortura, opte por abandonar la casa y mudarme a cualquier otro lado, alejado de los sonidos y ruidos.
Nunca entenderé ni sabré si sufrí ataques de alucinaciones en aquel tiempo o si todo lo que yo viví fue verdad. El tiempo lo dirá, solo me vasta con continuar mi vida dejando a un lado esos feos recuerdos que intentaré borrar y comenzar a ser feliz.
Julieta Ferraris-3° Humanidades
Actividad sobrenatural
ResponderEliminarEra un joven estudiante de medicina que buscaba un lugar para alquilar en el centro de Nueva York. Por fin consigue uno muy barato, cosa que le resultó muy extraño ya que era un gran departamento. Al indagar el por qué a la propietaria ésta le responde que nadie quería alquilar ese departamento porque en el piso de arriba sucedían cosas muy extrañas.
Al joven no le importó. Pensó que era una gran oportunidad y se mudó allí.
Una noche, el joven estaba por irse a dormir y siente ruidos en la casa de arriba pero pensó que era un vecino. Después recordó que él era el único habitante del edificio. Decidió preguntarle a la dueña acerca de esos extraños ruidos y ella le contó la historia de un señor con desórdenes mentales que vivía en el departamento de arriba. Era un hombre sombrío y con muy mal carácter, solitario y sin amigos. Como desapareció y no pagaba el alquiler, la dueña decidió abrir el departamento y lo encontró ahorcado en el centro de la sala.
Una noche, el joven sintió una presencia extraña a su lado, mientras estaba acostado a punto de dormirse. Cuando abre sus ojos ve una gran sombra, una forma humana oscura casi demoníaca.
Se asustó tanto que decide contratar a un experto en fenómenos paranormales. Al día siguiente, el investigador golpea su puerta y al entrar sus primeras palabras fueron:" Siento una energía muy extraña en este departamento. Viene a mi mente la imagen de un hombre muy malo." En ese momento se dispuso a "curar" la casa con un ritual especial. De golpe las luces se apagaron y el lugar se volvió frío. El investigador dijo:" Fuera de esta casa, ya no pertenecés a este mundo". Comenzaron a volar objetos por el aire y se sentían voces y gritos. De golpe todo paró y se hizo un gran silencio. Se encendieron las luces y el aire se volvió normal.
Nunca más se sintieron ruidos extraños. Años después el joven se recibió y regresó a su pueblo...
Tomás Anfossi 3ero HUM
Extraño suceso.
ResponderEliminarEra tarde, Sebastian tenia que terminar un trabajo muy importante, se sentó en la mesa del comedor y comenzó. Estaba agotado, cinco horas y, por fin, terminó. Dejo toda la mesa desordenada y se fue a dormir. Pero, al acostarse, empezó a escuchar pasos que provenían del piso de arriba. Se vistió y subió. Toco la puerta y nadie respondía.
Se canso y volvió a su departamento. No escucho mas nada y se durmió.
Al otro día, le pregunto a un vecino quien vivía en el piso de arriba, y este le contesto que estaba deshabitado. Sebastian, sorprendido, no emitió comentario, volvió a su departamento y se acostó un rato. Luego fue a averiguar quien estaba en el piso de arriba. Subió y la puerta estaba abierta. Entro y empezó a recorrer la casa, entro al baño, se miro al espejo y vio algo tan extraño que no pudo evitar asustarse y correr. Pero al llegar a la puerta, estaba cerrada, sin lugar por donde salir. Desde ese día no se supo mas nada de el.
Débora Sablone- 3ERO. "HUMANIDADES"
Un recuerdo que no quiero guardar
ResponderEliminar4 septiembre de 2011, Madrid
¡Estoy muy feliz! Ayer por fin le pague a la inmobiliaria y hoy me mude a mi nueva casa. Es un departamento hermoso, no es muy grande pero es perfecto para mi gusto. Ya tengo todo los muebles para decorarlo, en una de las habitaciones voy a poner un televisor colgado de la pared, enfrente de él una cama, a ambos costados de la cama un velador respectivamente, una cómoda a la izquierda, un ropero a la derecha y así sucesivamente para las otras habitaciones. Me quedaría toda la tarde escribiendo y describiendo mi nueva casa y la disposición de las cosas, pero me tengo que ir, a ordenar, porque recién coloque los muebles y me quedan muchas cosas más por guardar y acomodar.
5 de septiembre de 2011, Madrid
La alegría continúa. Ya coloque la mayoría de las cosas. Solo me quedan por colocar unos cuadros, entre él está el de la abuela ¡Ese que a mí me gusta tanto! La cocina es hermosa, los muebles parecen nuevos, y me dijeron que esta casa estaba deshabitada desde hace muchos años (motivos: desconocidos). La habitación un lujo, quedo hermosa y pensé en pintarla de color mostaza (pero más adelante). En fin, lo único que me falta para que este momento sea perfecto es la presencia de mi madre junto a mí. Yo sé que uno de estos días ella se va a pasar por aquí, por Madrid y se va a alegrar muchísimo con todos mis logros.
6 de septiembre de 2011, Madrid
¡Hoy me levante con todas las energías! Pero a que no saben, cuando me levante y mire en la mesita de luz el portarretrato de la abuela, me pareció verla a ella más joven, como si el tiempo retrocediera en la imagen y la abuela, Marta, en lugar de envejecer se rejuveneciera. Pero debe ser una alucinación mía. ¡Seguro ni se imagina el susto que me pegue! Bueno los tengo que dejar, me voy a trabajar.
7 de septiembre de 2011, Madrid
Aparentemente mis “alucinaciones” continúan y cuando me levante volví a ver a mi abuela más joven, pero esta vez, mucho más que la anterior. Pero por otro lado la pude contactar a mi mamá y aproveche para contarle lo bien que iban las cosas por acá y lo extraño que me resultaba ese cuadro.
8 de septiembre, Madrid
Mi mamá me respondió la carta que le mande y en ella me puso:
“8 de septiembre de 2011, Arizona:
Querida hija:
¡Me alegro muchísimo por tus éxitos! Espero que no bajes los brazos y sigas adelante con todas tus metas. Trabajando duro, siempre se puede. Lamentablemente, no puedo estar hoy allí al lado tuyo, viéndote crecer y convertirte en todo lo que siempre solaste, una mujer. Pero sabes que siempre vas a poder contar conmigo. Dios quiera, pronto nos volveremos a ver…
PD: Si llegas a tener más problemas con ese extraño cuadro, llámame.
Te ama.
Alejandra, tu madre.”
9 de septiembre de 2011, Madrid
La alegría se transformó en una pesadilla… Cada vez que me levanto miro el retrato de la abuela Marta y cada vez se la ve más joven. Es como si en 4 noches se hubiera hecho 50 años más joven. ¡Ya me estoy asustando! Por eso, pedí un turno en el medico para ver si es algún problema psicológico o algo parecido. Además, siento como que es esta entre nosotros, que es alguien allegado a mí. Y eso es imposible, ya que murió hace 10 años.
10 de septiembre de 2011, Madrid
Ya no estoy asustada, simplemente estoy ¡ATERRADA!... Hoy al despertar mire el famoso portarretrato y al verlo, note que mi abuela (o esa persona que simula ser mi abuela), estaba 10 años más joven, irreconocible, y encima, estaba con un cuchillo en la mano (la cual estaba toda ensangrentada) y en el suelo, yacía en el suelo una persona morocha, de pelo largo y, lo que más me asusto, fue que el ambiente era parecido al de mi casa y la chica, casualmente estaba vestida como yo, en este mismo día.
Agustina Cossia - 3ero "Humanidades"
El piso 15
ResponderEliminarEdward Smith era un estudiante universitario con una vida normal, sin nada fuera de lo ordinario; hasta que se mudo a su propio apartamento, en el momento en que piso el edificio no se dio cuenta de lo que le aguardaba.
El primer día transcurrió como cualquier otro, fue a sus clases, volvió para almorzar, durmió la siesta, se puso al día con sus trabajos hasta la hora de cenar y luego se fue a dormir. Esa noche tuvo un sueño extenso y sin interrupciones, al menos hasta la noche siguiente en la que su sueño fue irrumpido por pasos ansiosos provenientes del piso de arriba, que no cesaron hasta que salio el sol. Decidió ignorarlo ya que supuso que para la noche siguiente los ruidos cesarían, pero no fue así, noche tras noche durante tres días tuvo que soportar los ruidosos y continuos pasos que no paraban hasta que amanecía.
Cansado de no poder dormir por las noches fue a quejarse al piso quince y así poder dormir debidamente sin ruidos molestos, pero al tocar la puerta del apartamento nadie contesto y decidió volver mas tarde; pero fuera a la hora que fuera nadie le contestaba parecía que nadie habitara allí, pero no era posible los ruidos eran constantes de modo que no podía no haber nadie.
Al no poder encontrar nunca a los inquilinos fue a realizar sus quejas a la portería para que cuando aparecieran les informaran. Pero el hombre de la portería negaba la existencia de personas en ese piso. Esto lo dejo desconcertado, no entendía que pasaba, todo seria parte de su imaginación por el estrés causado por tanto estudio trato de olvidarlo y esperar hasta que anocheciera para ver si los sonidos cesaban.
Esa noche los pasos eran mas fuertes que nunca; tenia que sacarse la duda sobre que pasaba en ese piso de modo que cuando dieron las doce de la noche subió hacia el apartamento y rompiendo la cerradura entro al apartamento. No había nada solo polvo y cosas viejas y descuidadas, pero no encontraba al causante de esos ruidos. De repente escucha que alguien se acerca y decide esconderse debajo de la mesa. En ese instante apareció una señora de unos 70 años, vestida con un camisón blanco que no dejaba ver sus pies y con el que no dejaba de dar vueltas por toda la sala como si estuviera pensando en algo que la desvelaba todas las noches.
El pobre muchacho estaba muy asustado y no encontraba una respuesta lógica a lo que estaba pasando como puede ser que el encargado de la portería desconozca la existencia de esa mujer. El miedo y la incertidumbre se apoderaban de él, de modo que decidió salir corriendo sin pensarlo dos veces y entre la oscuridad y el temor de que esa espeluznante figura lo atrapara se tropezó con una silla y se dio un fuerte golpe en el cabezo que lo hizo desvanecer cayendo al suelo. Al día siguiente el portero del edificio lo encontró dormido sobre el antiguo sillón del apartamento del piso 15.
Florencia Cannistraro – 3° Humanidades
ACTIVIDAD N° 23 Literatura fantastica
ResponderEliminara) Todas las noches, un joven escucha pasos en el departamento de arriba. Pero, cuando pregunta, le dicen que está deshabitado.
A) Explicación realista: había quedado abierta un venta que con un poco de viento que hubiese ya se abría y se cerraba sola lo que ocasionaba el famoso ruido de los pasos.
B) Explicación sobrenatural: se había producido un asesinato en ese departamento muchos años y había quedado encerrado el espíritu del hombre fallecido.
Esta historia cuenta de unos aproximados 2 años atrás cuando en un asalto a mano armada se había producido un fatal asesinato a sangre fría. El hombre era un jubilado que cobraba su buena jubilación después de muchos años de trabajo como bombero, jubilado a la fuerza, donde él había vivido muchos años salvando gente. Una noche de verano el hombre había dejado la ventana abierta ya que corría un fresco demasiado hermoso y fue entonces esa noche donde se produjo esa fatal catástrofe que termino con el fallecimiento del pobre jubilado. Desde la muerte del hombre el departamento quedo totalmente vacío.
El departamento de abajo también estaba desocupado desde hacía ya mucho tiempo hasta que hace mas o menos de un año un joven estudiante alquilo el departamento una vez que entro en a la facultad la cual le quedaba a unas cuadras nada más. El chico se quejaba de que había ruidos de pasos sobre todo a la noche que venían desde el piso de arriba, pero cuando fue a averiguar a la inmobiliaria le dijeron que no lo habitaba nadie hacía ya un poco más de dos años con lo que el chico quedo muy sorprendido y asustado. Una mañana ya cansado de tener que soportar esos ruidos decidió ir a la puerta para poder ver por el picaporte si podía distinguir algo lo cual logro ya que vio una ventana abierta que golpeaba contra la pared. A la noche del mismo día sin quedar satisfecho de lo que había podido ver por el picaporte va de nuevo para ver si podía ver de nuevo la ventana o alguna otra cosa que se pudiera ver para poder distinguir ese fastidioso ruido a pasos que había, pero se llevo un sorpresa muy inesperada cuando vio por el picaporte una luz prendida de color blanco que le añadía un aspecto más temeroso al asunto pero gracias a esa luz pudo distinguir un especie de sombre que había contra la pared era de una persona jorobada por lo cual dedujo que era una persona mayor por la joroba.
Al dia siguiente el chico presento la renuncia del contrato de alquiler y se fue inmediatamente de ese departamento que tantos problemas y fastidios le habían producido.
FIN
Agustín Díaz 3° HUMANIDADES
La farándula de los Huuk
ResponderEliminarUn día como todos los días, me acerque al balcón, yo partencia a una de las familias mas adinerada de todo estados unidos, la familia Huuk. Mi padre famoso empresario, mama lindísima siempre vestida a la moda y manejaba una Ferraris. Yo era hijo único me dan todo lo que quiera, plays station, ipod, blackberry, cualquier cosa que pidiera me la daban, pero nada de eso me hacia sentir tan pleno como cuando hablaba con mi abuelo Miguel, el fue el que levanto la empresa y le dio un prestigió a la familia. Me fascinaban sus historias de cómo empezó a trabajar para la empresa, el pertenecía a una familia humilde, empezó como empleado, luego como ejecutivo y termino siendo el dueño.
Toda mi familia viva en una farándula permanente, en la cena solo se hablaba de moda y en las revistas que habíamos salido, yo era el único que pensaba el esforzó que había ello mi abuelo. Para ser sincero mi familia (excluyéndome) viva por las cámaras de los periodistas y las de televisión, me encantaba salir a caminar por la plaza , andar en bici, jugar a la pelota, pero nada de eso podía hacer, mi madre me decía “ no pienses salir a la plaza como los hijos de nuestros empleados “ de ello yo me llevaba mejor con los empleados que con mis padres. Ellos les importaba la unión familiar, las cenas sin plasma, pero mi familia sin ver televisión párese que no puede comer. Yo siempre quería pero ellos se oponían. Hasta que contrataron a Rosa una ama de llaves, ella tenia un hijo Pedro al conocía de algunas tardes que me escapaba e iba jugar a la plaza, fue unos de los días mas felices del mundo cuando me entere que Rosa iba a trabajar en la casa, me pasabas tardes enteras en el jardín jugando con pedro a la pelota, al póker por plata, saltar la soga de todo.
El problema comenzó cuando mis padres quieren ir de vacación 3 meses a Cerdeña, una isla muy chica en el sur de Italia, cuando nos subimos al avión privado, a las 3 horas de vuelo me agarran ganas de ir a defecar entonces voy al baño, al tirar la cadena veo como una mano que intenta agarrarme, yo asustado salgo y cierro la puerta del baño. Espere afuera durante 14 minutos abrí la puerta despacio y no había nada, entonces me fui a sentar, escuchando música con mi ipod y mirando la ventana veo a la misma mano tratando de romper una turbina, yo asustado empiezo a gritar , tanto mis padres como las azafatas, me trataron de loco pero yo la veía bien clarito. Era una mano negra y peluda, después de un tiempo note que no era la mano sola si no que era la mano de un mostró era gigante, al fin aterrizamos en Roma, faltaba 3 horas de viaje Yo no quería saber nada de seguir viajando pero mi familia me trataba de loco y me decían “exceso de play station “la verdad era que ellos estaban locos, yo estaba seguro de lo que veía .
En el vuelo a Cerdeña no vi al mostró pero unos días después lo vi en la isla, el miedo me paralizaba no sabia que hacer, la verdad pensándolo era imposible y la única explicación era que me sentía muy solo sin Miguel , Rosa y me querido amigo Pedro. Desde ese día me acompaño a todos los viajes, nos fuimos a vivir juntos, nos casamos y adoptamos un bebe llamado Tomas, desde que lo conocí nunca mas estuve solo .
Javier Roman 3 humanidades
Bloody town
ResponderEliminarSon vísperas de navidad, y como cada año en esta época planeo viajar al pueblo donde viven mis padres para pasar con ellos las fiestas. Ayer compré los boletos del tren que saldrá mañana con rumbo a Nonge, el pueblo donde me crie.
Ya se hacia tarde así que tomé un café antes de entrar a la empresa, saludé con un “Buenos días” a mi secretaria y luego me dirigí a mi oficina, realicé con el mayor esfuerzo, a la perfección todos los tramites de ese día. No me permito tener errores, jamás soportaría fallar en algo, mis horarios están perfectamente organizados. Sin embargo, el que realmente logra conocerme sabe que en mi interior hay un punto de debilidad, mi inseguridad.
Al volver a casa preparé la valija, me duché y me fui a dormir.
Luego de almorzar, tomé mi valija y partí a la estación de trenes. El tren llegó de inmediato, abordé y me dispuse a disfrutar de mi largo viaje de 12 horas a Nonge.
Ya debíamos estar a mitad de camino, cuando todos los pasajeros se durmieron, yo era la única despierta, sumergida en mis pensamientos, hasta que de pronto una oscuridad tétrica inundó el tren. Descorrí la cortina y eché un rápido vistazo para saber donde nos encontrábamos.
No pude reconocer el lugar, quizás el tren había modificado su trayecto desde la última vez que viajé. Todo era oscuro en aquel pueblo que parecía del sigo XVIII por sus antiguas construcciones. Pero de repente el tren frenó en seco, nadie pereció percibirlo. Esperé para ver si el tren volvía a ponerse en movimiento, pasaron segundos, minutos o quizás horas, pero el tren jamás volvió a retomar su viaje. Intente despertar a mi compañero de asiento, a los de adelante, a casi todo el tren, pero nadie respondió. Me espanté, pensé que todos se habían desmayado por algún motivo, una buena explicación era una pérdida de gas, pero en ese caso ¿Por qué yo no me había desmayado? ¿O en realidad lo estaba?
Deje de cuestionarme y en un impulso, tomé mi bolso y me dirigí hacia la puerta del tren, bajé y comencé a caminar por el pueblo buscando a alguien que pudiera ayudarme, caminé durante mucho tiempo. Hasta que llegué a una vieja capilla, en la cual una placa rezaba: “Capilla de Bloody town”. En la puerta vi a una señora que estaba sentada, me acerqué corriendo y le conté lo sucedido.
La señora, muy tranquila, sin darle demasiado interés a mi relato, se levantó me tomó una mano y me dijo: “Lo que me estás contando es una de las cosas más normales que escucharas en este pueblo”
Me quedé mirándola pasmada, apresada por el pánico, y la señora agregó:
“Si querés protegerte de todos los males invisibles que te rodean es mejor que te coloques esta cinta roja bien anudada en tu muñeca” Apoyó la cinta sobre mi mano, la contemplé por un segundo y cuando volví la vista a la señora, ella ya no estaba allí, había desaparecido.
Mi miedo se incrementaba a pasos agigantados, en un acto casi inconsciente me coloqué la cinta en la muñeca izquierda y emprendí mi vuelta desesperada al tren.
En mi camino creí ver monstruos inexplicables y extrañas criaturas, pero las mismas parecían ignorar mi presencia.
Cuando por fin llegué al tren, sentí que me desmayaba. Al recuperar la conciencia era de día y el tren se encontraba en movimiento. No lograba entender lo que había sucedido, pensé: “Fue solo un sueño”.
Pero cuando quise saber que hora era, me fijé en mi reloj y vi sobre mis piernas retazos de cinta roja.
Milagros Sol Farabelli
3° Humanidades
La torre
ResponderEliminar(profe como no entiendo nada lo parti en dos) Octavio cocimano
Un día de lluvia, en una ciudad tétrica,arribo un joven en busca de alojamiento. Llevaba un sombrero, y un abrigo que le llegaba hasta el cuello, y la única parte que se notaba de su cuerpo, era su boca,que en cierto modo, sonreía. Se arrimo a un hotelucho, que vio entre la obscuridad y la lluvia. Allí lo recibió una mujer de aspecto extraño, quien le dijo :
-”Hola joven, ¿como te llamas?
-El respondió:” quisiera una habitación por favor, si es posible pequeña, y sin gente en el piso de arriba”.
-La mujer,alterada y con una mirada fija dijo:”Mire señor, aquí insistimos mucho con los nombres, de esa forma sabemos a quien le suceden los echos”.
-Me llamo Matías, dijo el muchacho, e insistio otra vez, aunque mas exaltado:”preciso de una habitación, con las características que solicite”.
-La mujer respondió:”Bien Matías ,yo soy Aura, un gusto” manteniendo entre frase y frase su mirada , Prosiguió:”solo disponemos de una habitación con esas características, esta en el tercer piso, y es la única en el piso, la habitación de arriba esta clausurada desde hace años y la utilizamos de armario”.
-”Esta bien, la tomo” dijo Matias dando la espada al mostrador.
En el momento en que se escucharon los dos primeros rechinares de la escalera, Aura se dirigió a un hombre, a quien Matias no había notado, y que no creía ni imaginaba su presencia. Este hombre estaba reclinado en una silla, en plena obscuridad, detrás de una media pared que se alzaba desde el mostrador. Al hablarle le dijo, HABITACION 12, y no hubo respuesta alguna, solo una gota de viento fue lo que irrumpió en el ambiente, lo que hizo que Aura debiera cerrar la puerta.
Mientras el huésped subía, observaba la brusquedad y la fealdad del lugar, al que en un método rápido, y siendo generoso, se lo podría llamar hotel. Notaba todo, absolutamente todo, lo que es considerado feo , desde humedad y goteras, hasta bichos y ratas, pero empeorado por los espeluznantes retratos de las paredes. Al tocar el ultimo peldaño antes de llegar al segundo piso, sintió que se resquebrajaba, y salto, para evitar un posible accidente. Hasta su arribo al tercer piso, la vista se mantuvo igual, tétrica, aterradora y desesperante para cualquiera, pero nuestro amigo mantuvo su boca a punto de una extraña sonrisa, y no dio señales de nada. Al final de unos minutos, logro llegar a lo que seria su lugar de dudas, pensamientos, y hasta, quizá, algunos sustos. El tercer piso, distinto a los demás, disponía de una sola puerta, con el numero 12, marcado de forma gastada y vieja, y sin esperar mucho, coloco la llave y entro.
(aca esta la otra, falta una)
ResponderEliminarLa alcoba, sin diferencia al hotel, era vieja, lúgubre, de sensación pesada, y sin mucha luz, solo un velador y una escasa luz de tubo, que provenía de lo que intentaba ser una cocina. Habría sido un alojamiento inaceptable para turismo o trabajo, pero ,como la intención de el protagonista era desconocida, no empezaremos a criticarlo.
Luego de sacarse el abrigo y el sombrero ,y mirar su reloj, que marcaba las 12.30,vimos que era un hombre con pelo rapado, ojos oscuros y su mirada era peor que la de Aura . Utilizo un minuto para mirar por la ventana, y sacarse un pullover que llevaba debajo del abrigo,apago la tenue luz de la cocina, y se zambulló en la cama, apagando el pequeño velador.
Un extraño ruido lo despertó. Eran pasos, el estaba seguro, y cualquiera que hubiera estado ahí también lo hubiera creído. Miro hacia todos lados, pero no vio nada, entonces pensó que seria la explosión de las viejas maderas, siguió durmiendo. Desvelado, luego de un rato de estar acostado mirando al techo, observo su reloj, que marcaba las 3.45, y suspirando, se reincorporo. En el momento que iba a ponerse de pie, noto que la mínima luz que se veía a través de la rendija de la cerradura, era tapada durante unos pocos segundos, y luego volvía a aparecer, cansado y sin terminar de entender porque la luz desaparecía, si no había otras piezas, y eran casi las 4 de la mañana .
Entre razonamiento y duda,las pisadas volvieron a sentirse, pero esta vez, ya que el estaba despierto, era obvio, por lo menos hasta el momento, que eran reales. Intrigado por los echos, decidió investigar el supuesto armario, tomo su gran abrigo, y abrió la puerta. Al encontrarse con la espantosa escalera, su valor se puso a prueba otra vez. Muchos hubieran dudado, y la mayoría hubiera desistido, pero el no, decidido y con una vela que había encontrado en la habitación, comenzó a subir. Esta escalera era distinta, no en forma de su decoración, que se mantenía en telas de arañas y bichos, sino en su forma de caracol, como si dirigiera a una torre, lo cual era ilógico para cualquiera, porque la estructura estaba conformada por 4 pisos.
Al llegar, vio al misterioso hombre, que le hizo un gesto con el sombrero que llevaba y comenzó a bajar. Matias observo que, como el pensaba, era un piso entero, y sin mas nada que hacer bajo. Al llegar a su piso, vio a una mujer, que aparentaba ser de limpieza:Siendo casi las 5, no le pareció tan extraño, y pensó en preguntarle. “Disculpe, ¿vio usted al hombre que bajo?” dijo matías, y obtuvo un NO rotundo como respuesta, y sin nada mas que decir, se dieron las espaldas. Ya marcadas las 5,15 en el reloj, matias se vistió, y salio del hotel.
(listo, pero repito que no entendi nada)
ResponderEliminarRegreso a este a las 9 de la noche, se detuvo a mirar la estructura, para quitarse la duda, pero era como el creía , no se vislumbraba ninguna torre . Al entrar no vio a nadie, las luces apagadas, todo cerrado. Sin esperar, subió al cuarto, y se vistió con una ropa que había conseguido, pero en ese instante, los pasos fueron severos. Ya sin mas paciencia, tomo una palo que se hallaba en la pieza, y se dirigió al piso de arriba. Al llegar observo, pero no había nadie, asique tomo el palo, e impactando la cerradura, abrió la puerta y vio que no había nada y regreso a su habitación para echarse en un sueño profundo.
Al despertar, se dirigió apresurado al mostrador, y viendo a Aura , le dijo “dígame señora, que se realiza durante la noche en esa habitación, ya que ayer me dirigí a ella, entre y no había nada”, pero Aura sorprendida dijo, Matias, usted no salio de la habitación en todo el día, y dirigió una sonrisa al final de esto. Pero Matías impactado dijo elevando la voz !Yo salí del hotel, regrese, todo cerrado estaba, escuche pasos, y... pero antes de terminar irrumpió el hombre y dijo, ya cerré la puerta, quedo bien bloqueada con los ladrillos. Entonces Aura le dijo, viste hijo, no se utiliza esa habitación, desde hace mucho. Al subir Matías pensó, “yo escuche”... pero los constantes pasos que se oían lo intimidaron, pero el creyó que era su imaginación, y fue así toda la noche, ya que los pasos no cesaron, al día siguiente, ya retirándose del hotel, subió por ultima vez, y vio, a contra de lo que había dicho el hombre, que la puerta estaba abierta, pero no había nadie, no había nadie.
Octavio Cocimano 3 año hum.
Vieja Costumbre
ResponderEliminarEsto sucedió hace muchos años en un edifico actualmente abandonado, pero que en su momento era el más pintoresco del barrio. Enrique Diseletura, un señor que tenía 50 años, de pelo bien oscuro y con una personalidad llena de maldad, vivía en el décimo piso del edificio, en el lugar todos le tenían miedo, ya que siempre se escuchaban gritos atormentantes y hasta a veces después de los gritos ruidos como si algo callera al suelo, algo grande y pesado, muchos vecinos sospechaban que eran cuerpos sin vidas los que hacían ese ruido seco y tenebroso. Finalmente para alivio de todos Enrique murió antes de cumplir 51 años, y nadie más se animo a habitar el departamento donde él vivía, o los de abajo y arriba del décimo. Pero la llegada de un joven de 20 años llamado Pepe Vicorresfe, volvió a sembrar de terror el vecindario. Si bien no ocupó el departamento donde antes vivía Enrique, se instalo en el 9º justo debajo del mismo.
Nada marchaba mal, es más Pepe estaba más que conforme en su departamento que ya casi ni salía, gente que vivía antes en el edificio creía que era muy valiente para habitar ese piso, pero claro, Pepe no tenía ni idea de lo que había pasado anteriormente en ese edificio. A él le sorprendía nunca haber podido conocer a la gente que supuestamente tendría que vivir en los pisos 10 y 11, pero pensaba que era solo porque nunca se encontraron en la entrada, o en el ascensor. Una noche, Pepe, estaba leyendo un libro, cuando de repente empezó a oír ruidos en el techo, sonaban como pisadas muy fuertes, y en un momento se silencio todo, el miedo se apoderaba poco a poco de Pepe, fue en ese momento cuando se escuchó el típico ruido de algún peso muerto que impactaba contra el suelo bruscamente y resonaba en el techo de Pepe. Esto empezaba a repetirse todas las noches, hasta que la 5º se cansó y subió a ver qué pasaba, pero al tocar la puerta nadie contestaba, es más parecía que hasta jugaban con él, ya que cuando el golpeaba la puerta tantas veces, se sentía como del otro lado tocaban la puerta la misma cantidad de veces, Pepe muy molesto se fue a dormir.
A la mañana del día siguiente, decidió hablar con el portero sobre lo sucedido esa noche.
_ Que tal Osvaldo, quiero hablarle sobre un tema que me preocupa. –Le dije
_ ¿Qué Pasa Pepe? –Contesto preocupado-
_ Es por los ruidos que escucho a la noche en el decimo. En ese momento la cara de Osvaldo cambio completamente, se podía ver su rostro totalmente sorprendido, pues si Enrique estaba muerto que causaba esos ruidos, acaso su espíritu todavía permanece en el lugar, se preguntaba Osvaldo.
_ Eh… no…no sé nada.... Era muy evidente que estaba nervioso y algo sabia.
Pepe les dio las gracias y se retiro del lugar. Fue a hablar con un viejo vecino que ahora vivía en otro lugar, y este le conto absolutamente todo, la impresión de Pepe fue tanta que apeas salió de ahí, fue directamente a la casa a buscar sus cosas e irse.
Al llegar inmediatamente entro a su departamento, pero una vez que abrió la puerta esta se cerró bruscamente, y las luces empezaron a prenderse y apagarse, Pepe seguía caminando hasta su habitación, cuando de repente las luces se apagan del todo. Se quedó inmóvil por unos segundos hasta que volvió la luz, y ahí estaba él, claramente era Enrique sentado en la cama. En un parpadeo se levanto y tomo a Pepe, lo ató a una silla, y empezó a torturarlo sin ningún fin, como era su vieja costumbre, solo lo hacía por diversión, después de horas de tortura, Enrique tomó un cuchillo y mato a Pepe, en ese momento el espíritu de Vicorresfe, quedó destinado a permanecer en ese lugar, y para sorpresa de él, estaban todos los vecinos y el portero juntos, también como espíritus.
Martin Breppe
LA CHICA DEL TRAJE ROJO
ResponderEliminarSe levantó gritando, había tenido una pesadilla. Fabiana consultó su reloj, eran las 4:30 de la madrugada. Solamente faltaban dos horas y media para levantarse. Respiró profundo y cerró los ojos. Trató de relajarse y analizar la situación. No podía ser posible que el sueño tuviera razón, ella tenía que ganar la audición sí o sí. Recordó la pesadilla, en donde el director de teatro le decía que estaba fuera de la función porque no era lo suficientemente buena como para interpretar el papel.
Volvió a respirar, se recostó sobre la cama y puso la mente en blanco. Enseguida se quedó dormida.
La alarma del celular la despertó, eran 7a.m... Se levantó lentamente y apoyó sus pies fríos sobre la tibia alfombra. Recordó la pesadilla que tuvo la noche anterior y sintió ganas de llorar. Trató de ser valiente y se convenció a sí misma de que todo iba a salir bien.
Una vez en la calle, mientras se dirigía hacia el teatro, sus mayores temores y dudas se aparecieron, sin dar aviso previo, en su mente. ¿Qué iba a suceder si no pasaba la audición? ¿Qué iba a hacer con su vida? Fabiana se había convencido a sí misma que si no pasaba la audición, perdería la oportunidad de ser bailarina profesional. A partir de allí ya no bailaría más, se iba a dedicar a otra carrera.
También se puso a pensar en que ya no volvería a sentir la suave tela de la malla pegada a su pequeño cuerpo, y que tampoco volvería a sentir aquella sensación de satisfacción y placer que le provocaba al bailar.
Dejar de bailar iba a ser tan doloroso como dejar de respirar.
Mientras que su mente no se callaba, ella tomó valor y entró por la gran puerta de mármol del teatro. Una vez allí subió las escaleras y se dirigió hacia una salita. Antes de entrar en ella, su corazón comenzó a latir rápidamente.
En los siguientes momentos todo fue rápido, entró, saludó y le dieron un sobre; en él estaban los resultados. Respiró profundo y lo abrió. En él decía:
“Señora Fabiana Dahula,
Felicitaciones por haber conseguido formar parte de una de las ocho bailarinas más importantes de la función. Su entrenamiento será los días lunes, martes, jueves y viernes de 13:00 hs. a 20:00 hs. Esperamos tenerla pronto con nosotros.
Muchas gracias. Atentamente
Teatro Popular”
Desde ese momento se sintió la persona más feliz de la vida, sintió que por primera vez su vida era completa y perfecta.
Pasaron los días y su entrenamiento para la función fue perfeccionándose a tal punto que al bailar sobresalía sobre el resto de las demás bailarinas.
Un día antes de la función el director entregó a cada bailarina un traje y un antifaz con un color específico. A Fabiana le había tocado el traje de color rojo. El director pidió que dejaran sus trajes con sus respectivos antifaces tras las bambalinas, bien acomodadas.
El día de la función había llegado. Cada bailarina se preparaba para bailar. Horas antes de la función Fabiana comenzó a sentir nervios y náuseas. No se preocupó demasiado por esto porque pensó que era algo normal. Sin embargo, cada hora que pasaba, se sentía peor. Le empezó a doler la cabeza y su cuerpo aumentó la temperatura. Rápidamente sintió que la habitación de su casa le daba vuelta. Enseguida se desvaneció.
Eugenia Camet parte 1,continuara..
Eugenia Camet Parte 2 "La chica del traje rojo".
ResponderEliminarAl cabo de un tiempo se despertó preguntándose que le había pasado. Levantó su cabeza y al mirar el reloj su preocupación fue inmensa: era tarde. Rápidamente tomó sus zapatillas de danza y se dirigió al teatro.
Antes de llegar se acordó que no había podido llamar al director para decirle que iba a llegar tarde. Fabiana temía que la obra quedara arruinada por la ausencia de una de las principales bailarinas. Pero al atravesar la gran puerta del teatro, pudo observar, con gran sorpresa, que ocho bailarinas estaban sobre el escenario, incluyendo también la bailarina de traje rojo.
Fabiana se sentía destruída. Toda su carrera de bailarina había quedado atrás, ahora no podría ser profesional.
Su enojo era mayor que su incertidumbre por saber quién había sido la persona que la reemplazó, o mejor dicho quién le había arruinado su carrera.
Como la función ya terminaba decidió esperar tras las bambalinas a la chica del traje rojo. Las bailarinas fueron llegando de a poco, pero la del traje rojo no estaba.
Salió corriendo del teatro para buscarla en la calle. Y allí estaba la bailarina del traje rojo con su antifaz, a punto de cruzar la esquina.
A Fabiana le llamó la atención que la bailarina siguiera con el traje y las zapatillas de danza puestas. Sin embargo siguió caminando hacia ella.
A medida que se le acercaba, le parecía conocida aquella bailarina. Su forma de caminar, su color de pelo, de algún lado le era familiar.
Por fin estaba a un paso de ella. Le tocó el brazo y la chica del traje rojo se dio vuelta. Cara a cara Fabiana pudo ver solamente los ojos, ya que el antifaz le cubría el rostro. Estaba completamente convencida de que esa persona la conocía de alguna parte. Sus ojos le eran familiares.
Hubo unos segundos de silencio antes de que Fabiana se dignara a hablar. Se había quedado dura, no sabía que decir. Le dijo lo primero que le vino a la mente “¿Quién sos?”.
La chica del traje rojo se sacó el antifaz, el cual se fue arrastrando lentamente por el rostro hasta dejar ver a la persona que había detrás.
Fabiana queda muda, no podía mover ninguna parte de su cuerpo. La persona que tenía adelante, era ELLA misma. Entonces le respondió con una sonrisa en sus labios “Soy vos”.
LOS DESTIEMPOS
ResponderEliminarEra el día más caluroso del mes de marzo y, como cualquier otro día de la semana debía subirme al tren de las 8:30 a.m para llegar al colegio en el que dictaba clases de Historia. Luego de una larga noche en donde el sueño no podía conciliar, tarde me dormí y por la mañana al despertarme, me sobresalte cuando me di cuenta que era tarde, me preparé rápidamente y me dirigí a la estación.
Al llegar, cargada de carpetas y libros, me sorprendí al ver que no había tanta gente como de costumbre. Miré el reloj para saber si me había equivocado, pero no, eran las 8:15 a.m así que decidí quedarme a esperar. Las agujas del reloj corrían lentamente y aún no llegaba nadie. Luego de un tiempo miré nuevamente el reloj, eran las 8:45 a.m, el tren ya debería haber pasado sin dudas. Inquieta le pregunté al señor de la boletería si él sabía si algo había ocurrido en la estación.
-Su tren está un poco atrasado señorita, eso es todo- me dijo el hombre. Aunque aún me parecía raro fui paciente y esperé.
A los cinco minutos apareció el tren y apurada me subí, el chofer se disculpó por la demora y continuó con su camino. Los pocos pasajeros que había en el tren estaban dormidos. Me senté al lado de la ventanilla como todos los días y a pesar de que el sueño quería adueñarse de mí me permití disfrutar del cómodo viaje. Me gustaba ver como los colores de los extraños y tupidos árboles contrastaban con el resto del lugar y oír a los pájaros cantar en la mañana, pero al pasar por un pequeño pueblo que creía nunca haber visto el tren se detuvo. El chofer informó que el tren había sufrido un desperfecto pero que pronto lo solucionaría. Como no había tenido tiempo de desayunar, opté por tomar esos minutos para hacerlo en aquel pueblo de paso. Al bajar del tren y observar el lugar algo me inquietó, la arquitectura de éste pueblo era antigua, las damas con los abanicos llevaban largos vestidos y el pelo recogido con una gran peineta, los caballeros vestían traje negro y galera, todos estaban contentos, el pueblo parecía de fiesta y me permití pensar que todo se trataba de una gran fiesta temática. Me acerqué a un bar y noté que el menú solo constaba de empanadas, locro, pastelitos y carne asada. Si bien todo me resultaba extraño, no le di demasiada importancia y pedí un pastelito de membrillo. Al salir noté que no solo estaban vestidos de otra época, sino que su manera de hablar también correspondía a la de aquella época. La intriga se apoderó de mí y antes de subir nuevamente al tren le pregunté a un señor:
-disculpe ¿Qué es lo que festejan?
El hombre no solo me miro con extrañeza, sino que demoró en contestarme:
-¿¡no sabe que pasó hoy!?
De la sorpresa enmudecí, y no pude responderle. Mas extrañada aún me subí al tren y me senté en el mismo lugar, los demás pasajeros todavía dormían y un segundo antes de que el tren emprendiera nuevamente su marcha leí un gran cartel que decía: 9 de julio de 1816 Argentina logra su independencia.
Bianca Battaglia
3° Humanidades
La escalofriante chica nueva.
ResponderEliminarEra una de esas noches típicas de tormenta, alrededor de las 23:30, donde los relámpagos no paraban de alumbrar la tétrica habitación donde me encontraba. Estaba viendo una de esas películas que me fascinan, esas que provocan miedo, pánico, esas que te hacen poner la piel de gallina, las que suelo ver seguido.
En un momento decidí frenarla para buscar un vaso de agua, al levantarme encendí todas las luces, ya que temblaba de miedo, camine por el pasillo pasando por la habitación y el baño, iba de cuclillas para no hace ruido, tapado con una frazada hasta el cuello. Al llegar a la cocina abrí la heladera y escuche un ruido, creí que había sido yo, por eso no le di importancia, saque la jarra y mientras me servia agua escuche pasos, me asuste tanto que deje caer la jarra, que estallo al chocar contra el piso, me quede paralizada unos segundos. Me agache y empecé a secar lo que había tirado y juntar los vidrios uno por uno intentando no cortarme, hasta que volví a escuchar esos ruidos, cada vez me asustaba mas, hasta que fui rápido apague todas las luces saque la película y me fui a dormir, tuve pesadillas toda la noche después de eso.
A la mañana siguiente estaba todo bien, desayune, fui a trabajar, y volví alrededor de las 17:00 de la tarde. Estaba nublado y medio lluvioso, decidí tomar una ducha para relajarme, estaba muy estresado de tanto trabajo. Luego me quede jugando a la computadora hasta la hora de la cena, me cocine algo rápido y me fui a la cama.
A las 3 AM me levante a tomar un te, costumbre de siempre, viene de familia, escuché los mismos pasos de la otra vez, y muebles moviéndose, y en ese mismo momento me acorde que ese departamento estaba deshabitado hace ya 2 meses. Así pasaron las noches y se me había echo costumbre vivir esto hasta que un día decidí que le iba a preguntar al portero si sabia algo de eso.
A la mañana siguiente me levante desayune como siempre, y antes de irme decidí hablar con el portero que me contó que una chica se estaba por mudar allí, pero que por ahora seguí deshabitado y que recién HOY llegaba la chica nueva. Luego de escuchar esto, asustado me tuve que ir a trabajar, Cuando regrese a las 17 horas vi que ya había llegado la chica nueva al departamento de arriba, esa noche a las 3 AM como siempre me levante y volví a escuchar los ruidos, esto siguió pasando y yo creia que esta vez era la chica nueva, hasta que me di cuenta que no era asi que eran los mismos ruidos de la promera vez y que era imposible que sea ella, porque eran demasiado fuerte. Una de las noches me levante tan pero tan asustado que fui a fijarme que era, toque la puerta y nadie respondía, esto era rarísimo de pensar ya que había ruidos y nadie contestaba, seguí intentando hasta que la puerta se abrió. No había nadie, decidí entrar, camine por un pasillo largo, era una casa abandonada, triste, solitaria, donde cada paso que hacia se escuchaba un rechino, y de repente veo a la chica como se iba convirtiendo en monstruo pasando desde los ojos rojos fuerte a llenarse la cara y el cuerpo de pelo, a ponerse cada vez mas enorme y que las uñas le crezcan y sus pies parezcan el de un gigante, no sabia que hacer, Salí corriendo hacía mi departamento y me fui a dormir rapidísimo encerrado en mi habilitación con llave al igual que el departamento, a la otra mañana decidí mudarme, había quedado tan pero tan traumado que no pensaba quedarme ahí. Luego de mudarme todas las noches me eocntraba con el mismo monstruo, sea en cualquier casa, departamento yo la veía a ella transformarse.
3ro "HUMANIDADES", Eugenia Raffo.
“El espejo” (Joaquín Ruiz, 3° Hum)
ResponderEliminarLas acciones en la bolas del empresario y magnate Peter Hawthorne aumentaban sin parar, el joven y ambicioso Peter, se volvió tan rico que ya no tenia la necesidad de trabajar, sino solo disfrutar de su gran botín, por lo que compro la casa mas vieja y costosa casa de Londres donde su nivel social llego al nivel de los reyes de ese país y así fue durante mas varios años.
Aunque el empresario se empezó a volver cada vez mas ambicioso y egoísta al punto de de despedir y despedir a los hombres de su empresa su riqueza aumentaba pero sintió que tenia que ser mejor y poseer mas y mas hasta que busco, que busca a la mujer mas linda de toda Gran bretaña y se caso y tu tres hijos, los cuales recibieron la educación y la vida de reyes hasta volverse los jóvenes mas prometedores y ricos de Inglaterra pero Peter quería mas y mas no tenia satisfacción.
Un día fue al mercado mas grande y prestigioso de Londres, recorriendo el lugar encuentra un espejo un espejo importado y carísimo decidió comprarlo por que le parecía que se veía mas apuesto. El viejo dueño del local le dijo que no lo comprara que tenia de otras marcas pero Peter no quería, el viejo acepto y se lo vendió con una advertencia “No le haga caso a su reflejo, puede que te muestre tu verdadero yo y te vuelvas el”, el pensando que le decía que era muy apuesto, que no se dejara influenciar por su hermosura y se fue.
Cuando llego a su casa lo colgó en su oficina, una noche esta muy cansado se sentía en el sillón y se mira en el espejo con cara de satisfacción y se quedo dormido. A las 12 de la noche se despertó de repente y vio algo asqueroso y repugnante era un demonio, con ojos rojos como el fuego del infierno, pero sentía cierta familiaridad y sentía placentero al verlo, el demonio le empezó hablar y le dio un consejo “ Vende todas tus acciones y compra en un nueva empresa que recién inicio” el decidió aceptar como hipnotizado, no el vio hablar con el en 5 meses, luego trato de volverlo a ver por que desde su consejo se volvió diez veces mas rico, cunado se contacto le dio tantos consejos que llegó hasta convertirse en el empresario dueño de 5 empresas tan grandes que prácticamente dominaba la economía del país, pero se había vuelto egoísta y oscuro solo le importaba el poder, dejo su familia para poder concentrarse en su trabajo, hasta mato para ser mas poderoso cada vez se volvía mas repugnante a la vista. La gente lo repudiaba y decía que era como un sapo mutante, una rata, un perro pelado, pero a el no le interesaba.
Un día decidió contactarse pero no se vio a al demonio, no entendía y grito dende estaba y de la ira, el era su trébol de la suerte. Enojado salio a su sala de estar, para pedir un te, la mucama grita y salio corriendo por la puerta gritando auxilio, cuando lo vio el no entendió, asustado agarro otro espejo y cuando se vio era el demonio se dio cuenta que lo que le dijo el viejo era verdad, volvió su oficina y se vio al espejo y se vio al monstruo, pero que era el. El monstruoso Peter agarro un cuchillo y le grito, enojado y llorando se clavo un cuchillo en el corazón despidiendo una sangre azul y quedo sentado en su sillón.
Esa noche la policía encontró el cuerpo de Peter muerto y con un cuchillo en la mano todo, pero no era un monstruo si no humano, el espejo estaba roto.
"El extraño caso de la Familia Milles"
ResponderEliminarEl matrimonio Milles estaba feliz de haberse mudado a una antigua casa en la ciudad de Asheville en EEUU. El barrio era tranquilo, lejos del centro y rodeado de pintorescas propiedades.
Liza, la esposa, había decorado todas las habitaciones con los muebles que habían pertenecido a la dueña anterior, una anciana de la que pocos hablaban. Los había encontrado llenos de polvo, en el sótano oscuro.
La primer mañana, luego de la mudanza, Liza bajó a desayunar y notó que el sillón que había puesto en la sala ya no estaba allí. Pensó que había sido David, su esposo. "Siempre cambiando las cosas de lugar sin consultarme!" sonrió y no le dió importancia.
Se puso a buscarlo por las diferentes habitaciones, hasta que lo encontró en un cuarto pequeño, junto a la chimenea.
A la mañana siguiente, al dirigirse a la cocina de la casa, notó que la mesa de estilo ya no estaba allí. "Otra vez David" se dijo "esta noche, cuando regrese del trabajo me va a escuchar!". Esta vez, el mueble se encontraba en el centro del comedor principal.
Esa noche, Liza le preguntó a su esposo por qué había cambiado los objetos de lugar, pero se sorprendió mucho cuando David le explicó que no tenía idea de lo que le estaba diciendo y que él no había puesto la mesa y el sillón en otras habitaciones.
Juntos, decidieron esperar hasta la mañana siguiente para ver qué era lo que estaba sucediendo en su hogar.
Esa mañana lluviosa y fría, la pareja bajó despacio y un poco temerosos por la escalera y fue muy grande la sorpresa que tuvieron cuando vieron que la disposición de los muebles estaba totalmente cambiada.
Con mucho miedo decidieron investigar qué era lo que estaba ocurriendo y juntos fueron al registro de las propiedades para preguntar acerca de quién había sido la antigua dueña del inmueble.
Los empleados no querían dar demasiadas explicaciones. Preguntaron entonces a los vecinos y uno de ellos, un anciano de aspecto sombrío, les contó que allí había vivido Mary Parker, una mujer muy estricta y de mal genio que maltrataba a sus empleadas hasta que una de ellas la había asesinado. En el juicio, la mujer confesó que lo había hecho porque la anciana la trataba muy mal, cada vez que ella movía los muebles para poder limpiar.
Asustados, llegaron a la casa y decidieron buscar más información en el viejo baúl que habían visto en el sótano. Allí, entre papeles amarillos y ropa de otra época encontraron un álbum. Cuando lo abrieron sintieron un escalofrío en todo el cuerpo: en las fotos, se veían los muebles en las habitaciones, tal cual como los habían encontrado ellos esa mañana. En una de las imágenes, estaba la anciana sentada en el sillón, junto a la chimenea.
Subieron las escaleras para ver uno por uno los cuartos, constatando con el álbum que los objetos estaban en los mismos sitios que ocupaban cuando la señora Parker vivía.
Al llegar a la pequeña alcoba, la del sillón, quedaron paralizados por la escena: el fuego estaba encendido en el hogar y una extraña sombra descansaba sobre el sofá.
Nadie sabe qué fue de los Milles. Los vecinos dicen que los vieron irse de madrugada, abandonando su hermosa casa sin regresar nunca más.
Anfossi Agustín 3ero "Humanidades"
3H M.Paula Leingruber (primera parte)
ResponderEliminarTodo empezó el verano pasado, mi hermana menor Melisa había decidido ir a pasar unos días a la casa de nuestra abuela en Berlin. Era una experiencia única, ya que, viajaría sola desde Londres a la capital alemana, algo que no todas las jóvenes de 15 anos podían hacer.
El día del viaje ella se levanto muy emocionada, se vistió rápidamente y se dejo su hermoso pelo colorado suelto. Desallunamos en familia como de costumbre y nos dirigimos al aeropuerto donde entre muchos besos y abrazos se hizo la hora de embarcar y Melina tuvo que irse, nos quedamos todos un poco preocupados teniendo en cuenta la edad que tenia, pero confiábamos ciegamente en ella.
El vuelo fue largo pero placentero, ya que le dio el tiempo justo para descansar antes de llegar a su destinatario. Al llegar a Berlin fuera del aeropuerto la esperaba un hombre sosteniendo un cartel con su nombre, este resulto ser el taxista que la abuela había contratado para que mi hermanita llegara a su casa segura.
Se subieron al taxi y el hombre comenso a manejar. El viaje duro al rededor de 20 minutos en los cuales Melisa aprovecho para ver el paisaje que la rodeaba. Se metieron en una especie de suburbio la pequeña miro detalladamente cada una de las casas, algunas eran muy antiguas con con pardes blancas llenas de madera haciendo infinidades de formas, techos con tejas rojas y mucha ventanas pequeñas. Otras casas eran un poco mas modernas con grandes ventanales que mostraban el interior de la casa en gran profundidad, se podía apreciar los sillones, televisores, estufas a lena, muebles, prácticamente el estilo de vida de cada uno que vivía en la casa. Finalmente llegaron a una gran casa con grandes ventanales grandes y una puerta negra, el jardín del frente estaba lleno con de flores de todo tipo. Parada al lado de la puerta se encontraba una mujer de unos 70 anos, pese a su edad tenia una cara muy bonita y delicada con unos grandes ojos de un todo verde agua, el pelo, colorado casi rubio, lo llevaba atado en una coleta y tenia puesto un conjunto deportivo color negro. Esa mujer, era la abuela. Melina se bajo del taxi y la abuela al verla a su nieta corrió a abrazarla, se dieron un fuerte abrazo y luego de unos minutos la anciana le pago al taxista y este se retiro.
Al entrar a la casa, las esperaba ya preparada la cena. Comieron y se fueron a dormir.
A la manana siguiente ambas fueron a recorrer un poco Berlin, puesto que Meli había ido ya hace muchos anos cuando era chica y por lo tanto no se acordaba mucho del lugar. Recorrieron gran parte de Berlin hasta que anocheció y decidieron regresar a la casa. Después de un largo día se pusieron a ver fotos viejas, y hubo una que le llamo a Melina principalmente la atención, era una foto de nuestra abuela de no hacia muchos anos atrás, lucia casi igual que ahora lo único diferente que se le notaba era el pelo un poco mas colorado, pero dentro de eso estaba idéntica. La foto era de su cumpleaños numero 67 por lo que no habia pasado mucho tiempo, pero algo causaba intriga en Melisa, por lo que le pidió a la abuela si la podía conservar, por lo menos por un par de días para verla puesto que después de tan largo día tenia la vista cansada y no podía notar que era lo que le causaba esa intriga. Decidió dejar la foto en la mesita de luz al lado de su cama para mirarla la manana siguiente.
CONTINUARA...
M.Paula Leingruber 3ro Humanidades (Segunda parte)
ResponderEliminarNi bien se despertó observo la foto y la noto distinta a la noche anterior, la foto se veía mas vieja y los colores se notaban menos, pero solo la miro rápidamente porque era hora de irse a recorrer lo poco que les faltaba de la ciudad.
Volvieron al rededor de las 12:00 pm tras haberse quedado a comer en lo de una amiga de la abuela y mi hermana llego tan cansada que directamente se durmió, olvidándose de la foto. A media noche luego de tener una pesadilla se despertó y recordó la foto, la miro y noto que la abuela lucia mas joven, su pelo era mas colorado asimilándose al de suyo, la cara, estaba menos arrugada y los ojos parecían mas oscuros. Sorprendida, Melina bajo una caja llena de fotos de un armario para ver si encontraba una foto parecida a esa, apollo la caja en la cama y luego de ver miles de fotos se fue quedando lentamente dormida.
El reflejo del sol la despertó al manana siguiente, desesperada, se levanto, agarro la foto sin mirarla y fue a buscar a la abuela, reviso toda la casa y sin éxito decidió entrar en la ultima habitación restante el cuarto principal. Abrió la puerta bruscamente, y en ella encontró a una chica joven, de unos 14 o 15 anos, su largo cabello rojizo le tapaba la cara, Melina se lo corrió cuidadosamente tratando de ver su rostro. La miro fijamente y era ella misma, aterrada miro la foto y noto que la abuela no estaba mas en la foto, que la de la foto era ella.
EL MISTERIO DEL PISO SUPERIOR
ResponderEliminarLo recuerdo como si hubiera sido ayer, ese 24 de marzo dos años atrás..
apenas había cumplido veintidós años y creí que era tiempo de independizarme e irme a vivir solo, con ayuda de mis padres alquilé un departamento en la calle Frances.
Todo marchaba bien en un comienzo, me sentia a gusto con el lugar; estaba compuesto por un pequeño baño, una habitacion y un living comedor. Si bien no era muy moderno estaba conforme por ser mi primer departamento.
Como todos los dias, llegue a las 21 horas a mi casa despues de asistir a la universidad -me encontraba estudiando arquitectura-, me duche y me acoste en la cama mirando television. Esa noche fue la primera extraña... me costo lograr entrar en sueño profundo ya que oia constantes ruidos provenientes del departamento de arriba.
Al dia siguiente, me dirigi a hablar con la portera para exponer mis quejas ya que si se repetia no iba a poder dormir y no iba a poder estudiar para mis parciales. La respuesta me sorprendio mucho, me informo que ese departamento se encontraba deshabitado desde hace 5 meses y que nadie habia ingresado desde entonces.
Confundido, intente seguir con mi rutina.
La segunda noche ocurrio lo mismo, la tercera tambien y asi constantemente por dos semanas. Ya no sabia que pensar al respecto, hasta llegue a pensar que mis vecinos del piso de arriba eran fantasmas, estaba perdiendo la cordura.
Pasaba el tiempo y yo continuaba con la incertidumbre hasta que tome la decisión de afrontar el asunto y acabarlo.
Fue así que una noche de viernes decidí subir y golpear la puerta para ver que se encontraba del otro lado.
Tenia mucho miedo de que pasaría, pero solo había una forma de averiguarlo...
Tardaron unos dos minutos en responder hasta que salio un hombre canoso de unos 50 años y me explico lo sucedido;
se encontraba viviendo ahí por el hecho de que se había separado de su mujer pero trabajaba durante el día por eso llegaba tarde, cuando la portera ya se había retirado entonces nadie sabia de su presencia. Los ruidos se debían al continuo movimiento de los nuevos muebles.
Josefina Pedraza- 3 HUMANIDADES